Las FARC es un movimiento conformado en 1964 por campesinos que decidieron salir de la opresión de sus terratenientes. Desde eso y hasta ahora, su lucha ha sido para y por el pueblo, buscando establecer en nuestro país el Comunismo.
Sus métodos de defensa y disputa son cuestionados debido al daño que ocasionan al pueblo, sujeto por el cual supuestamente, luchan. Secuestro, torturas, reclutamiento de menores y narcotráfico, son las armas con las que defienden su ideología y con las que se sostienen económicamente, siendo el último elemento la principal fuente de sus ingresos.
Ante este panorama de violencia, donde los afectados son los más pobres del país, viéndose en la obligación de abandonar sus tierras y el fruto de tantos años de trabajo a esta organización ó, al final, a la soledad con el fin de proteger sus vidas, las FARC han logrado que la mayoría de los colombianos rechacen esta manera de defender intereses, lo cual queda evidenciado en la marcha hecha el 4 de febrero de 2008 en contra de este grupo insurgente ó beligerante; miles de personas salieron a decir: No más FARC.
Aunque también existen muchas personas que apoyan y defienden los ideales y fines de esta organización, guardan sus opiniones o no las exponen como quisieran por la gestión e influencia del Presidente Álvaro Uribe, quien a todo personaje que le vea un lado bueno a esta organización lo tilda y vigila por terrorista.
Actualmente esa es la imagen de las FARC, una organización rechazada por muchos y apoyada por otros, entre los cuales exponen puntos a favor y en contra. Lo cierto es que si esta organización le sigue haciendo daño al pueblo éste no lo verá con buenos ojos, y, si el Estado sigue cerrado, sin ofrecer alternativas y escondiendo lo que realmente es, el pueblo seguirá engañado, sin saber a quién apoyar y en quién creer.
Sus métodos de defensa y disputa son cuestionados debido al daño que ocasionan al pueblo, sujeto por el cual supuestamente, luchan. Secuestro, torturas, reclutamiento de menores y narcotráfico, son las armas con las que defienden su ideología y con las que se sostienen económicamente, siendo el último elemento la principal fuente de sus ingresos.
Ante este panorama de violencia, donde los afectados son los más pobres del país, viéndose en la obligación de abandonar sus tierras y el fruto de tantos años de trabajo a esta organización ó, al final, a la soledad con el fin de proteger sus vidas, las FARC han logrado que la mayoría de los colombianos rechacen esta manera de defender intereses, lo cual queda evidenciado en la marcha hecha el 4 de febrero de 2008 en contra de este grupo insurgente ó beligerante; miles de personas salieron a decir: No más FARC.
Aunque también existen muchas personas que apoyan y defienden los ideales y fines de esta organización, guardan sus opiniones o no las exponen como quisieran por la gestión e influencia del Presidente Álvaro Uribe, quien a todo personaje que le vea un lado bueno a esta organización lo tilda y vigila por terrorista.
Actualmente esa es la imagen de las FARC, una organización rechazada por muchos y apoyada por otros, entre los cuales exponen puntos a favor y en contra. Lo cierto es que si esta organización le sigue haciendo daño al pueblo éste no lo verá con buenos ojos, y, si el Estado sigue cerrado, sin ofrecer alternativas y escondiendo lo que realmente es, el pueblo seguirá engañado, sin saber a quién apoyar y en quién creer.
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